martes, 28 de marzo de 2017

Vil-lingüísmo

En un mundo cada vez más globalizado, donde el inglés ha ido progresivamente convirtiéndose en la lengua vehicular en toda relación internacional que se precie, parece más que justificada la preocupación de nuestra sociedad porque las generaciones venideras adquieran un buen dominio de este idioma.

Sin embargo, bajo este argumento aparentemente esclarecedor se está produciendo un fenómeno que poco tiene que ver con el fin en principio propuesto, pues, lejos de facilitar el acceso a esta segunda lengua a toda la población, está provocando una ruptura que vuelve a dejar en posición de desventaja a quienes "no están al nivel".


De esta manera, el programa bilingüe que tan de moda parece estar no es más que una criba entre quienes pueden permitirse seguir ese ritmo de trabajo (ya sea por capacidades propias o por recursos con los que cuenta para poderlo compensar) y quienes, por su condición social o personal, no pueden mantener el ritmo impuesto y tienen que desistir.

Cabe destacar que no tengo nada en contra de que busquen fórmulas en nuestro Sistema Educativo que nos lleven a adquirir un buen nivel en esta materia, pero ese fin no puede ser alcanzado si no se tienen en cuenta los principios educativos que sustentan nuestra Escuela Pública (aquellos de atención a la diversidad, normalización, inclusión, equidad,...) y los criterios pedagógicos necesarios para implantarlos con garantía de éxito para todos y todas, sin distinción.

Así pues, no puede plantearse un sistema bilingüe cuyo funcionamiento va en detrimento del aprendizaje de conceptos, vocabulario e ideas en la propia lengua materna del discente, que es lo que pasa cuando propones impartir asignaturas completas en un idioma extranjero, que se pierde profundidad y, en consecuencia, calidad, esa misma calidad que decían querer mejorar.

Además de ello, al alumnado más vulnerable, a aquel que presente necesidades específicas de apoyo educativo, sea por la causa que sea, directamente lo excluyes de esta propuesta, pues, sí ya encuentran dificultades en sí durante su escolaridad, muchas más tendrán si se les pone delante otro handicap añadido.

En este sentido, tenemos la suerte de contar con docentes comprometidos que, conscientes de la situación, tienen que jugársela en contra de la ley para facilitarles el trabajo a quienes de otra forma lo tendrían todo en contra para caer y acabar en un centro gueto, o siendo víctima de la división existente en nuestros centros de secundaria entre los de programa y los de sección, marcándose aún más si cabe las diferencias existentes entre quienes pudieron y quienes son "despojos del sistema", sin acritud.

Lo peor de todo esto es pensar que, más que responder a una mala planificación del programa o a un error humano en su concepción, atiende más a un planteamiento hábilmente diseñado con la intención de crear distinción dentro de la propia red de centros públicos y perpetuar así la brecha social.


Es por ello que la idea de Centro Binlingüe debe evolucionar, de manera que su planteamiento sea abierto, inclusivo y no segregador, y de manera que se pueda trabajar la segunda lengua sin que ésta tenga que desbancar nuestra propia cultura y el aprendizaje de contenidos en nuestra lengua natal.

En definitiva, no se trata de ir en contra de la idea de un modelo bilingüe de Educación, sino de trabajar duro todos y todas en una misma dirección para superar ese vil-lingüísmo que nos han colado a traición.

Para finalizar, debo decir que la única experiencia docente que he tenido en un colegio que estaba adoptando este formato fue altamente gratificante, y guardo muy buenos recuerdos del tiempo que pasé allí y de los y las profesionales con las que tuve el placer de compartir mi trabajo. Sin embargo, toda la información que posteriormente me ha llegado sobre este planteamiento de centro es lo que ha derivado en esta visión crítica, la cual plasmo aquí con el objetivo de buscar entre todos una solución que dé continuidad a la bondad de la idea y ofrezca una mejor respuesta que se adapte a la realidad de nuestros propósitos educativos y a las necesidades de toda nuestra población, como ya dije antes, sin distinción.


No hay comentarios:

Publicar un comentario