miércoles, 23 de abril de 2014

"Leer para sentir, sentir para crear"

Sé que no es la primera vez que escribo acerca de la necesidad de fomentar el gusto por la lectura entre nuestro alumnado, pero me sigue pareciendo un tema de vital importancia que, una vez más, aprovecho para recordar en el Día del Libro.

Cierto es que en las escuelas se lee, y mucho además, pero... ¿qué sentido tiene esa lectura?

Al fin y al cabo, se trata de leer para memorizar un temario, es decir, leer datos que en su mayoría no resultan del interés de nuestro alumnado y que no son capaces de generar en ellos ningún tipo de atractivo.

¿Y luego nos quejamos de que no saben apreciar los libros? ¡Pero si se los presentamos como su enemigo!

Y no hablemos ya de las lecturas obligatorias, es decir, aquellos libros, por regla general grandes clásicos de nuestra Literatura, que había que leerse para luego responder a un examen o hacer un resumen sobre el mismo.

El verdadero proceso lector no entiende de leer con un objetivo que no sea el de, simplemente, disfrutar con dicha lectura. No me importa ni en que año nació ni en que año murió el autor, ni siquiera en que año se publicó su obra: Me importa saber que te ha parecido lo que has leído, que sensaciones, pensamientos y emociones te ha suscitado al leerlo, ya hayan sido positivas o no, y que reflexiones has podido extraer al respecto, puesto que, una vez has experimentado por ti mismo lo que has leído, una vez que te has adentrado en un libro por el mero placer de leerlo y no de responder a mis expectativas, es cuando de verdad estaré generando aprendizaje.

Después de eso, los datos llegarán solos. Si un autor ha sido capaz de cautivarnos con su obra, del propio lector nacerá el interés por saber más acerca del mismo y saber más acerca de otras obras de este autor o de autores similares. Y ahí ya se va tejiendo la red que nos conecte un libro con otro, a cual más emocionante, a cual más adictivo.

¿Y quién sabe? Lo mismo a raíz de todo ese proceso se desarrolla la creatividad latente en cada discente, aquella misma que nosostros nos encargamos de enterrar cuando dictamos la directrices sobre lo que deben escribir y lo que no, y sobre si un escrito está bien o mal, en lugar de fomentar situaciones de aprendizaje que inciten a la producción escrita y de dejarles desarrollar libremente esa actividad.

Podemos evaluar aspectos ortográficos o gramaticales, hacer de guía y dar consejos sobre como mejorar la expresión escrita o la riqueza del léxico, pero ante todo debemos respetar que cada alumno y alumna exprese lo que sienta en cada momento. Escribir nos hace libres.



Después de todo, como siempre decimos, no existen dos personas iguales, y en el caso de la lectura eso es un factor fundamental a tener en cuenta, ya que no a todos los alumnos les van a gustar las mismas obras.

Es por ello que me sigue pareciendo de vital importancia fomentar el uso de la bibliotecas como fuente activa de libros entre los que poder elegir, fomentando así la autonomía del alumnado y el sentido de la responsabilidad.

Y es que, para trasmitir toda la magia que implica la lectura, hace falta sentirla antes. No podemos enseñar aquello en lo que no creemos. El siguiente cortometraje es un gran ejemplo de ello:



¡Feliz Día del Libro!


jueves, 10 de abril de 2014

"¿Qué es EABE?"

Tal vez la pregunta más recurrida cada vez que mostramos abiertamente nuestra ilusión y nuestra satisfacción con cada encuentro EABE sea "¿pero qué es exactamente EABE?"

Casi una semana ha pasado ya desde que toda la familia que compone este gran colectivo (con sus nuevas incorporaciones, sus emotivos reencuentros y sus añoradas ausencias) se volviera a encontrar, esta vez bajo la atenta hospitalidad de los compañeros de Úbeda, para seguir trabajando por aquello en lo que creemos: La Educación.

"¿Se podría decir entonces que EABE son unas jornadas de formación para docentes?". Quizás, pero no creo que el término EABE pueda quedar delimitado a tan sólo eso, ya que su participación va mucho más allá del colectivo docente y engloba a toda la comunidad educativa, incluyendo personal de los centro de profesorado, familias y estudiantes, así como a cualquiera quiera participar en esta gran experiencia. El EABE es algo abierto.

"¿Pero asistir al EABE da puntos?". Tal vez ésta sea la pregunta del millón, el punto de inflexión entre estar o no estar en la onda del EABE. Y es que, cuando reduces toda la importancia de la Educación a un mero trámite burocrático estás perdiendo la esencia de lo que significa dedicarse a esta vocación.

Tal vez haga falta salir de tan cuadriculada concepción de la Educación. Tal vez sea necesario romper ya con esas invisibles cadenas que nos retienen con la intención de continuar haciendo "lo de siempre". Tal vez aún no seamos del todo consciente del potencial que tenemos, pero en #EABE14 los participantes del grupo de #Gamificación, magnificamente coordinado por Azahara y Rubén, nos propusimos como gran reto el poder disfrutar en el futuro de una "Escuela EABE".

Este enorme propósito no es más que las ganas que tenemos muchos de hacer de la escuela un entorno realmente educativo, inclusivo, creativo e innovador. Sueño de muchos, realidad aún de pocos. Quizás por eso sigamos necesitando estos encuentros EABE, para seguir demostrando que esos sueños poco a poco, con esfuerzo y paciencia, pueden convertirse en realidad, no sin antes tropezar una y otra vez con todos los baches que nos acechan en nuestro arduo caminar hasta la meta que aspiramos.

Pero también por eso está ahí EABE, para recordarnos que no es malo tropezar, que muros nos vamos a encontrar allá a donde vayamos con nuestra mentalidad de cambiar las cosas, y que no estamos solos en este objetivo. Nuestra fuerza conjunta será la que logre derribar dichos muros.

Es por eso que siempre digo que los considerados docentes-islas estamos obligados a formar archipiélagos, no sólo entre profesionales educativos, sino, como ya veníamos diciendo con anterioridad, junto con toda la comunidad educativa. Al fin y al cabo, todos formamos parte de un mismo propósito, y todos tenemos algo que aportar y algo que aprender.

La pena del EABE es que se nos hace corto, corto para poder experimentar tanto como quisiéramos, para poder participar en todas y cada una de las diferentes mesas de trabajo y para compartir inquietudes e ideas con todos y cada uno de los participantes.

El EABE es algo que se vive de forma intensa, algo que nace en nosotros y que crece a cada paso que vamos dando hacia nuestros objetivos educativos, algo que nos une, nos alimenta y nos da fuerza para continuar, y no sabéis el honor que supone para mí formar parte de todo esto, desde mis inicios hace un año en el #EABE13 de Algeciras, viendo la ilusión de quienes acuden a un EABE por primera vez y las ganas de seguir trabajando de quienes llevan ya varios años al pie del cañón.



"¿Qué es EABE? Dices mientras proyectas 
en él toda tu ilusión.

¡Qué es EABE! ¿Y tú me lo preguntas?
EABE... eres tú".



   Foto de Familia del #EABE14 realizada por Antonio Sevilla.